14 parejas y un mosaico

14 parejas y un mosaico. 75 años de vivienda en España
Xavier Monteys y Maria Rubert
Ediciones Asimétricas. Madrid, 2021


Veinte años después de su carismático ensayo "Casa Collage" junto a P. Fuertes, Xavier Monteys vuelve a demostrar su hondo conocimiento de la arquitectura residencial y su instinto para seleccionar ejemplos pertinentes que arrojen brillo sobre el tedio del canon: en ocasiones el comentario más sagaz, le mot juste, no está contenido en la obra maestra, sino en un ejercicio menor.

Monteys, en esta ocasión con Maria Rubert, abunda en dicha labor exploradora y de recuperación revisitando la arquitectura residencial española, desde mediados del siglo pasado hasta nuestros días, a través de una selección heterodoxa de proyectos, "una colección de singularidades [con las que] se puede explicar también lo ocurrido con la vivienda y la ciudad en estos años": sin atender a un orden cronológico, histórico o temático, mediante ejemplos reunidos de a dos para que el emparejamiento ilumine nuevas facetas de cada proyecto; sin intención científica pero con curiosidad, precisión y método (descrito con esmero en el prólogo). Este acercamiento permea hasta la propia estructura del libro con su maquetación sistemática de imágenes, planos y textos. Hay que alabar este acierto editorial, así como el equilibrado balance entre los diferentes medios de expresión, con la única mácula de una labor de corrección más concienzuda, que hubiese pulido los errores de redacción y ortografía.

Destaca del libro por una parte su vocación pedagógica, al entender que más vale sugerir, dar a conocer y ampliar el repertorio que adoctrinar; y por otra su perspectiva utilitaria: no se regodea en la historia per se, sino que propone utilizarla como instrumento para la redacción del proyecto residencial de hoy ("ha pesado que esta selección sea útil e inspiradora para lo que está por venir más que tratar de recoger aquello que fue importante"). Se inscribe oportunamente en este tiempo de abundancia de información en la red, fiándose a su almacén sin fondo, y se postula como un compendio de recomendaciones sobre las que profundizar, ampliar y decantar en nuestros propios proyectos. El relato deja el poso de cómo ha cambiado la vivienda en los últimos 75 años y desliza una conclusión muy sensata, una lección de humildad que apenas dos décadas atrás sonaría herética en boca de un profesor universitario:
más que reclamar una vivienda flexible que se adapte a nuestras necesidades, necesitamos entender que los únicos que nos podemos adaptar somos nosotros. Nosotros somos flexibles, la casa no, y podemos convertir en una casa moderna casi cualquier espacio (...) Las personas dan sentido a los espacios arquitectónicos y los transforman acercándolos a lo habitable, con la actitud del que improvisa un pícnic en cualquier lugar, algo que debería inspirar más a menudo nuestro trabajo.