Paisajes sublimes

Paisajes sublimes. El hombre ante la naturaleza salvaje
Remo Bodei
Traducción del italiano de María Condor
Siruela, 2011



Este fantástico ensayo presenta el ascenso y ocaso de un fenómeno que constituyó un relevante motivo estético en la cultura europea occidental de los siglos XVIII y XIX, lo sublime. 

El paisaje no es naturaleza, es cultura proyectada: a partir de cierto momento se produce un cambio en la sensibilidad de la sociedad, que empieza a mostrar interés por lo que hasta entonces eran considerados lugares naturales espantosos y se expone a su inmensidad y peligro de forma deliberada para experimentar así un placer voluptuoso ("... y naufragar me es dulce en ese mar"). Se trata de un fenómeno acotado en el tiempo y en el espacio geográfico; otras culturas tienen una aproximación diferente a la naturaleza, no articulada en torno a la discordia, al enfrentamiento y la superioridad intelectual, como la europea, sino más bien de armonía (China), o de humildad y disolución en ella (Norteamérica).

El libro resulta ameno, lúdico y muy asequible a pesar de ocuparse del tema con rigor y exigencia. Se estructura en tres partes en las que se trata la génesis y los fundamentos de lo sublime, se traza una cartografía de sus cinco territorios clásicos ―montañas, océanos, bosques, volcanes y desiertos― y finalmente se relata su decadencia y traslación a otros destinos. La prolija exposición del sentido de lo sublime en su contexto histórico y su recorrido teórico, principalmente mediante las figuras de Burke y Kant desde la filosofía y Leopardi desde la poesía, así como el repaso por su arco histórico resulta fascinante. Mientras que el segmento intermedio, "los lugares de lo sublime", que a priori parecía lo más apetitoso del libro, peca de prurito académico ―empeñado en remontar la genealogía de cada lugar― y termina por desafinar ligeramente del tono tan ágil y divulgativo del resto.

En el mundo antiguo, lo bello era el canal del placer puro y el hombre alcanzaba lo sublime (la trascendencia de la mediocridad y banalidad de lo cotidiano) conmovido ante una obra de arte excelsa. Por contraste, lo sublime moderno surge del desafío a la naturaleza inmensa y peligrosa, un enfrentamiento que produce placer mezclado con dolor y una zozobra que da voz a pasiones arrolladoras y provoca una emoción estética superior.

Esta actitud combativa ―alimentada por una nueva percepción de superioridad intelectual tras el largo periodo de humillación, de melancólica desorientación inaugurada por el giro copernicano y la expulsión del hombre del centro del universo― surge como resarcimiento: el desafío aceptado del enfrentamiento a los insondables abismos del mundo y sus espacios infinitos, ante los que el hombre se siente insignificante y vulnerable, termina en superación y reafirmación. El "dulce naufragio", a la vez que aceptación de la perdida de su posición privilegiada, fortalece y alimenta la autoestima del hombre.

Sin embargo en muy poco tiempo, al doblar el siglo, el progreso de la ciencia y la tecnología en el XIX conduce a un cierto desencanto hacia la naturaleza, que pierde su estatus de peligrosa e inaprehensible. El ocaso de la fascinación que antes despertaba coincide con la disolución de los valores románticos del sacrificio y el dolor como condición para la superación personal; se produce un rechazo del sufrimiento y el hombre se conforma con una vida más banal. Ello trae como consecuencia la decadencia de lo sublime.

Van surgiendo en paralelo las coordenadas del mundo contemporáneo: la sociedad de consumo y sus efectos sobre la cultura y la naturaleza. A finales del siglo XX la humanidad ha llevado al planeta al límite del agotamiento y la naturaleza, antaño fuente de miedo y admiración, se ha vuelto hoy vulnerable y provoca compasión y culpa en el hombre, devenido en un animal nocivo. La naturaleza ya no es el lugar de lo sublime, que se traslada a otras regiones: hoy son las vicisitudes históricas y políticas las que provocan inquietud, el cúmulo de tragedias que se repiten en la historia, el sufrimiento de la humanidad. Mientras que para el futuro inmediato el cosmos se alza como región ignota, infinita y todavía susceptible de provocar sentimientos sublimes

Un libro breve y preciso para repasar la relación proteica del hombre con la naturaleza y, como reflejo, consigo mismo.

El jardín y las artes

El jardín y las artes
Michael Jakob
Traducción del francés de María Condor
Siruela, 2018



Michael Jakob propone en este libro una breve reflexión sobre el interés que el jardín suscita en el arte y cómo ha sido recogido y mostrado por éste. Hay que entenderlo como una colección de apuntes sobre diferentes obras que lo incluyen como motivación o argumento y que se han enfrentado a su representación; el tratamiento es ligero, de sugerencia de ideas ―fogonazos que buscan un enfoque nuevo y pretenden ofrecer una lectura complementaria de las obras―, antes que el estudio sistemático y exhaustivo propio de una historia de la representación del jardín. La edición es rica en ilustraciones, que apoyan la lectura y sirven como un contrapunto visual muy pertinente al argumento del ensayo.

Todo jardín es, desde las tradiciones más variadas y a lo largo de los siglos, una evocación del paraíso. Su imagen en las artes supone por tanto una paradoja, la representación de la representación (“el arte de los jardines reduplica la copia que son las representaciones” Philippe Nys), equivale a traducir una forma artística en otra, aún cuando se imponga la certeza de la imposibilidad de la tarea: se trata de un territorio ilimitado que exige una serie interminable de capturas, ningún intento puede contener la totalidad, toda tentativa queda frustrada pues niega la complejidad visual y espacial, que es un elemento fundamental para el conocimiento del jardín; por no mencionar que el modelo original, el paraíso, es la esfera inaccesible, el lugar fuera de la representación por excelencia.

Pese a ello, el jardín ha permanecido como motivo de atención para el arte y, en algunas tradiciones, con gran prestigio: En China, su recreación prevalece desde siempre sobre el jardín real, cautivo de las vicisitudes del tiempo. Su registro es más importante que la efímera presencia y es sólo en tanto que representación que sobrevive verdaderamente.

El autor consigue armar un ensayo ameno, tal vez anecdótico, pero de gran interés gracias a su lectura curiosa y culta de diversos episodios, serpenteando entre la pintura (Klee, Monet, etc.), la fotografía (Atget, Strand, etc.) y el cine (Metrópolis, Marienbad, Blow up, etc.) desde el singular enfoque del jardín, para ofrecer aproximaciones menos ortodoxas pero igualmente pertinentes. Sorprende la falta de un capítulo que trate el acercamiento desde la literatura ―tan sólo se mencionan, de pasada, unas pocas obras―, una disciplina que lo ha recogido en extenso.

Porque en definitiva se trata de hablar de y sobre jardines de una manera menos académica y más casual, recurriendo al terreno compartido de populares obras de arte, pero también a una mirada más personal o íntima como en el último capítulo, donde el autor ofrece su experiencia de Lunuganga, el jardín del arquitecto Geoffrey Bawa en Bentota, al sur de Sri Lanka. Entre la lista de obras sugeridas y tratadas en el texto, cito dos: Prospect Cottage, el jardín de Derek Jarman en Dungeness y Little Sparta en el sur de Escocia, de Ian Hamilton Finlay, ejemplos formidables y personalísimos que son para mí los dos grandes descubrimientos del libro.

Las memorias de mis proyectos

Las memorias de mis proyectos
Aldo Rossi
Alberto Ferlenga (ed.)
Traducción del italiano de Moisés Puente
Puente editores, 2024



Acercarse a Aldo Rossi hoy, desde una lectura más objetiva y desapasionada de lo que, creo, era posible en los años 90, nos revela al intelectual enorme que fue y que aquellas fobias (y filias) enturbiaron. La percepción de su figura por los que entonces nos iniciábamos en la arquitectura quedó contaminada por el veneno con el que nos lo servían, al menos en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Por fortuna, no irremediablemente: quien lea estos textos, las memorias de sus proyectos, no puede dejar de admirarse por su inteligencia, sensibilidad y cultura.

Puente editores trae a España el libro I miei progetti raccontati (Alberto Ferlenga ed., Electa, 2021) con unos textos que el propio Ferlenga ya había anticipado parcialmente en su edición de las obras completas de Rossi, si bien no llegaban entonces a alcanzar la potencia que despliegan en este volumen, pues allí se los alineaba en el banquillo, como mero acompañamiento del protagonismo gráfico de los proyectos, mientras que para AR en absoluto tienen las memorias tal rango subsidiario, más bien al contrario representan "la expresión más completa de mi investigación" según dejó anotado. En el libro se acompañan estos proyectos relatados, muy oportunamente, con los sugestivos dibujos, collages y fantasías con los que Rossi poblaba su personal universo.

Este libro certifica la singular condición de Rossi como humanista; pocos arquitectos hay así. Profundamente comprometido con la cultura y la historia, cimentando su trabajo sobre lecturas, viajes, recuerdos, inspirado por el arte, las costumbres y la cultura popular, o el rito compartido. También los motivos y referencias íntimas que lo hechizan ―el faro, el teatro, el cementerio, la plaza, etc.― parten de la misma inquietud intelectual con la que enfrenta la disciplina, sin separarla del mundo ni de la vida, "sólo un lector distraído puede ignorar las sutiles relaciones que vinculan la obra de arte con la vida que rodea al artista y con el mundo físico que rodea la obra misma. Un edificio no puede surgir del vacío o, al menos, es tanto más rico cuanto más está rodeado de vida cotidiana, inmerso en la cálida vida de la que hablaba el poeta".

Los sintéticos fragmentos brillan al convocar el vínculo entre la arquitectura y la cultura, las tradiciones, las vivencias, el mito; un enfoque del todo común ―e irrenunciable― en otras disciplinas humanísticas (y no sólo), pero que en arquitectura resulta insólito. También lo hacen por su forma: ya quedó patente en su excepcional Autobiografía científica (1981) que a Rossi lo asiste el talento literario y se muestra sensible a su lírica. La calidad de sus textos es muy superior a lo habitual en los escritos de arquitectura, por lo general calamitosa, y tal vez por ello destaquen todavía más sus palabras tan personales y desacomplejadas, que huyen del viciado enfoque disciplinar y el manierismo de su argot, y cuidan el lenguaje con una articulación sencilla pero evocadora. Apasionada.

Yo aquí no veo doctrinas, estilos ni ideologías, sino una actitud o, mejor aún, una predisposición a afrontar los retos culturales desde la ambición intelectual, la sensibilidad artística y el compromiso cívico. Lo dejó escrito el propio Rossi: "el fenómeno de la transmisión del pensamiento, de lo que llamamos experiencia, del propio mundo de las formas, no está ligado a un programa o a una moda, y quizás menos aún a una escuela".

Atrium

Atrium
Charles Rice
The MIT Press, 2023


Este ensayo repasa cierta arquitectura de los años 70 y 80 del siglo XX, la del neoliberalismo, cuyas bases han terminado por permear la profesión hasta alcanzar hoy a casi su totalidad en el primer mundo. No es tanto un tratado sobre el atrio, como un repaso por su concurso en aquella arquitectura: una panorámica del periodo en el que una profesión heredera de la modernidad ―artesanal en los procesos, con una rígida disciplina de maestro-discípulo, casi un oficio― se transformó en un servicio mercantil completamente integrado en la sociedad neoliberal y sus imperativos económicos, con el atrio como vehículo para analizar esta mutación. El autor propone cinco acercamientos ―generación de la forma, regulación normativa, acondicionamiento medioambiental, organización del espacio de trabajo y paisajismo de interior― con distinto grado de intersección con el atrio, pero que conducen todos a la tesis del estudio: el desplazamiento de la práctica de la arquitectura hacia un modelo de mercado.

El enfoque del libro, más técnico que cultural, resulta muy consecuente, soslayando los típicos análisis disciplinares (teóricos y formales) y apostando por facetas más utilitarias y de servicio. Además de difuso hilo conductor del estudio, el atrio sirve al autor para señalar y ponderar ciertos procesos que han tenido un impacto muy profundo pero poco acreditado en la disciplina: procesos de evaluación y certificación, de regulación normativa, de competencia y profesionalización, de investigación y conocimiento, y procesos comerciales y de negocios. Esta realidad, que desde la tradición española se ha mirado siempre con muchísima reticencia e incomodidad, con alergia a todo lo que no fuese concepto y composición, es ineludible en el marco social y económico de nuestro mundo, por trágico que resulte.

Siguiendo una senda ya transitada por otros (por ejemplo I. Ábalos y J. Herreros en su estupendo Técnica y Arquitectura), el libro analiza la tensión entre el incremento de exigencias al rendimiento de los edificios y el modo en que la práctica de la arquitectura concilió e incorporó los cambios que éstas ocasionaron, así como el cambio de estatuto que la tecnificación sufre en paralelo. Los capítulos más próximos a la tecnología, a mi juicio los mejores de libro, son los dedicados a la regulación ―centrado en la de incendios y su influencia sobre la arquitectura en el marco de las políticas desreguladoras y la liberalización de las profesiones, que revolucionó el mercado de la construcción hacia una super especialización y la aparición de las grandes oficinas de asesoría y servicios; con el atrio como catalizador de este episodio al tratarse de un espacio novedoso y carente de codificación normativa― y al acondicionamiento ―que expone la mudanza del consenso higienista sobre la ventilación natural hacia la apuesta por el ambiente interior sellado, que desemboca en la proliferación del clima artificialmente controlado y las fachadas de vidrio no practicables; una tendencia que sólo se revisó ante la crisis del petróleo y que encontró un recurso en el atrio como estrategia para el ahorro energético y como alivio a la fachada sellada por su condición de espacio híbrido interior/exterior.―

La creciente sistematización y tecnificación de los edificios desde mediados del siglo pasado promocionó a herramientas como el cálculo, la modelización y análisis de comportamientos, que asumieron papeles protagonistas como parámetros de diseño. Paradójicamente el atrio, que otrora disfrutó de la condición de argumento empírico, terminó convertido en un espacio "performativo" donde su valor iba más allá del artilugio técnico: un símbolo de la aquella arquitectura del capitalismo devenido en un estereotipo más para satisfacer cierta pretensión de estatus y poder, que hoy ya habita el terreno de la trivialidad [1].

El estudio mantiene en todo momento un tono ameno y divulgativo, a la vez que acredita una sustanciosa preparación y documentación en hasta treinta y cinco páginas de notas y referencias finales, entre las que se pueden encontrar atractivos títulos para profundizar en los aspectos apuntados en este interesante ensayo.

Arquitectura 387. Territorio

Arquitectura
Revista de Arquitectura y Urbanismo del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM)
Número 387. Primer semestre de 2024 / Año 66
Directores: Javier García-Germán y Alejandro Valdivieso
Editores Arquitectura n.387 "Territorio": Javier García-Germán, Pablo Pérez-Ramos, Chris Reed y Alejandro Valdivieso.


Con el segundo número en la calle desde hace unos meses, ya puede celebrarse el resurgimiento de la revista del Colegio de Arquitectos de Madrid tras unas etapas decepcionantes, un largo periodo de presencia intermitente y muy desigual (desde la fascinación por asuntos de dudosa pertinencia hasta mediocres propuestas profundamente endogámicas y autorreferenciales, pasando por una etapa de desdoblamiento en la que tuvo que competir con otra revista de la propia casa, vehículo de propaganda de un sector del Colegio). Es pues una noticia positiva la nueva senda que parece tomar la revista bajo la dirección de Javier García-Germán y Alejandro Valdivieso con su proyecto editorial El futuro Madrid.

Sus principales valores (y alguna flaqueza) son: Un proyecto ambicioso con una sólida estructura intelectual, ya bien delineada para el ciclo completo 2023-2025, que se desarrollará en seis números temáticos con reflexiones sobre la ciudad desde el territorio, el clima, la inclusión, el cuerpo, la belleza y la práctica, analizando el futuro de Madrid y las grandes transformaciones demográficas, económicas y ecológicas a las que se enfrenta en los próximos años. Su atractivo diseño y maqueta, con el gran acierto del tratamiento de la edición bilingüe, muy bien integrada, sin parecer un apéndice ni una duplicación, una mejora respecto al número anterior, todavía confuso; podría redondearse con una mayor atención a las erratas y la ortografía, aspecto bastante mejorable. El reparto equilibrado de contenidos ―artículos de opinión de diferente extensión, reportajes fotográficos complementarios y presentación gráfica de proyectos― redunda en una lectura amena, aunque no creo que ningún arquitecto protestara si la sección de proyectos fuese algo menos escueta, como por ejemplo en el número previo. Tras tantos años de fascinación global y colonización cultural, se agradece el reenfoque a la región de Madrid sin por ello abandonar la atención a lo internacional.

El primer número de esta nueva etapa (N. 386 "Concursos") supuso un prólogo prometedor, todavía al ralentí. Este segundo, ya templado el motor, traza una panorámica solvente sobre temas del máximo interés para (y no sólo) los arquitectos de Madrid. Merecen una mención especial las intervenciones de Pablo Pérez-Ramos y la mirada siempre crítica y aguda de Iñaki Ábalos ("me pregunto si, con esta atención al territorio cercano, no corremos el riesgo de caer en los regionalismos del material, de lo vernáculo, pasados ahora por una pátina medioambiental que hace que los miremos con buenos ojos. [...] Reducir el catálogo a materiales como la piedra y la madera implica una visión nostálgica y localista. [...] Cuando convertimos la madera en el material noble por antonomasia podemos estar cayendo en la superstición"). Que todavía quede margen de mejora es un motivo de celebración a la espera de los números por venir.

Bruno Taut. Meister des farbigen Bauens in Berlin

Bruno Taut. Meister des farbigen Bauens in Berlin
Deutscher Werkbund Berlin (Ed.)
Winfried Brenne
Braun Publishing, 2022 (4ª edición revisada y ampliada)




Pocos arquitectos han logrado arraigar en la memoria colectiva casi exclusivamente a través de su obra de vivienda social: Victor Bourgeois, Bruno Taut, Karl Ehn, J. J. P. Oud, Ernst May, Kay Fisker o José Luis Fernández del Amo son algunos. Mirado desde un presente que ha reducido la vivienda en un mero producto mercantil y uno de los objetos de especulación por excelencia de la ciudad, parece inaudito que, en otros tiempos, los arquitectos más prestigiosos se involucrasen en este campo. Un campo, por otra parte, nuclear en nuestra disciplina, por lo que no puede señalarse aquel episodio, sino éste nuestro, como anómalo.

Bruno Taut construyó alrededor de 10.000 viviendas en Berlín en apenas una década, la de 1920; una ingente producción que no vio mermada su calidad ni compromiso social a pesar de la prolífica actividad de su autor en aquellos años, con proyectos en otras ciudades (aquel inolvidable proyecto para el Chicago Tribune) y el cultivo en paralelo de una trayectoria intelectual y teórica plasmada en numerosos artículos y libros (algunos tan relevantes como Alpine Architektur de 1919; Die neue Wohnung de 1924; o la revista Frühlicht, de la que fue director entre 1921-23). Además, entre 1921 y 1924 trabajó como arquitecto municipal en Magdeburg y desde 1924 a 1932 como arquitecto jefe de la Sociedad de vivienda social GEHAG —promotora del Sindicato de trabajadores alemanes en copropiedad municipal, que fue fundada el mismo 1924 por los sindicatos, las cooperativas de obras y las empresas de servicios públicos—. Una sociedad con inmenso arraigo en Berlín y uno de los actores protagonistas de la arquitectura residencial del siglo XX . 

"Bruno Taut fue arquitecto, urbanista, diseñador, humanista, idealista, reformador social, utopista y, por encima de todo, artista. Razón y sensibilidad se reflejan en sus colonias de los años veinte en Berlín, confiriéndolas un carácter único. Con economía de medios, cuidados detalles y la incorporación de espacios para la vida al aire libre, Taut renovó los espacios del habitar. El refinamiento y la austeridad de las formas hacen que su arquitectura se manifieste como tradicional y novedosa al mismo tiempo. La calidad de su arquitectura reside también en su expresivo colorido, que se ha convertido en un sello distintivo de su obra."

En el incierto marco económico de aquellos años consiguió Taut imprimir su profunda sensibilidad social y un ambicioso programa intelectual en sus proyectos, haciendo realidad su famosa proclama sobre el color. Entre su obra residencial son justamente reconocidas las cuatro colonias que en el año 2008 se incorporaron al registro del patrimonio de la humanidad de la Unesco: Gartenstadt Falkenberg (1913-16), Siedlung Schillerpark (1924-30), Hufeisensiedlung Britz (1925-30) y Wohnstadt Carl Legien (1928-30); pero además otras obras tienen un enorme interés, por ejemplo: Wohnanlage Leinenstraße (1925-28), Waldsiedlung Onkel Toms Hütte (1926-31) o Wohnanlage Ossastraße (1927-28).

Esta publicación —en alemán e inglés—, una guía exhaustiva de la obra residencial de Bruno Taut en la capital alemana, la firma Winfried Brenner, uno de los grandes expertos en este arquitecto y cuya dedicación profesional incluye precisamente la rehabilitación de varios de sus edificios, lo que le permite disponer de documentación de primera mano para ilustrar este libro con profusión de planos y fotos. Al catálogo de edificios y colonias residenciales se añaden breves ensayos introductorios de gran valor de otros conocedores del "maestro de la construcción en color", como reza el subtítulo del libro. Se ocupa de su edición el Deutscher Werkbund, que homenajea así a una de sus principales personalidades. La obra ha sido acogida con interés desde su edición original en 2005 como demuestran las periódicas reediciones y, junto con el libro sobre las 6 colonias berlinesas Patrimonio de la Humanidad de la Unesco (Siedlungen der Berliner Moderne. Editorial Braun Publishing, 2009), supone un meritorio complemento a las ya clásicas y fantásticas guías sobre la arquitectura de Berlín de Rave y Knöfel Bauen seit 1900 in Berlin (1968) y Bauen der 70er Jahre in Berlin (1981).

WindowScape. Scandinavian Edition

WindowScape (Scandinavian edition)
Window Behaviorology on Nordic Architecture
Edited by Yoshiharu Tsukamoto Laboratory, Tokyo Institute of Technology
Published by Film Art, Inc. (Japanese Edition). Japan, september 2022



El minucioso estudio sobre las ventanas que desde el año 2007 desarrollan Yoshiharu Tsukamoto y los alumnos de su laboratorio en el Instituto Tecnológico de Tokio, recogido en diversas publicaciones, tiene en la colección WindowScape el escenario en el que documentar y recopilar los resultados de los trabajos de campo realizados por todo el mundo y destilar las conclusiones de la investigación.

La premisa de los talleres ―que el diseño de las ventanas se ve moldeado por las distintas culturas y contextos sociales, tanto por el arquitecto como por el usuario final― se va contrastando en múltiples destinos y bajo diferentes enfoques: "Elementos naturales como la luz, el calor, el viento y la humedad, y el comportamiento humano que los acompaña, se condensan en torno a las ventanas. Partiendo de esta hipótesis, la serie WindowScape estudia las ventanas de diversos lugares del mundo y revela cómo equilibran el clima y las prácticas culturales."

Hasta el momento, Tsukamoto ha publicado cuatro volúmenes de esta serie: WindowScape: Window Behaviorology (2010), sobre el comportamiento cultural y social de la ventana; WindowScape 2: Window and the Genealogy of Streetscape (2014), en torno al papel de la ventana en la genealogía del paisaje urbano; WindowScape 3: Windows and Workspace (2017), que examina la tradición de la ventana en espacios de trabajo artesanal de las distintas regiones de Japón; y finalmente este WindowScape 4: Window Behaviorology on Nordic Architecture (2022), que presenta los resultados del seminario 2016-2018 sobre la ventana en la arquitectura escandinava.

Este original libro traza una panorámica sobre las ventanas de las obra de importantes arquitectos suecos, finlandeses y daneses (Gunnar Asplund, Sigurd Lewerentz, Alvar Aalto, Kay Fisker, Arne Jacobsen y Jørn Utzon, entre otros). En tres años de investigación, el equipo visitó unas 235 obras, midió 470 ventanas y buceó en los archivos de los arquitectos; las casi 75 obras seleccionadas se presentan con fotografías y dibujos detallados en los que se examina el diseño a la luz de la historia, la cultura y los cambios sociales de cada país. Entienden que no se trata de un mero trabajo de arqueología, sino que el objeto de estudio les interpela como arquitectos del presente: "Durante el periodo de transición de principios del siglo XX, la arquitectura pasó de una base artesanal a incorporarse a la sociedad industrializada. En medio de la fricción entre ambas fuerzas, los arquitectos escandinavos asimilaron la industrialización sin abandonar la tradición y hallaron un equilibrio en ese terreno híbrido que, a pesar de sus conflictos, emplearon como motor creativo. Este ejercicio de convergencia hace su obra tan atractiva en la actualidad."

Mediante el gesto casi primitivo de identificar modelos y extraer los datos directamente de ellos, el libro invita a retomar desde una mirada renovada unas obras ya fatigadas pero todavía lúcidas. Obras de valor incontestable, justamente canónicas, profusamente difundidas y estudiadas, a las que este estudio devuelve el brillo de la sorpresa gracias a su acercamiento personal, cómplice con lo amateur (las fotografías no profesionales, las perspectivas que simulan dibujos a mano) y a su encuadre alternativo, focal, reductivo, casi anecdótico, que apunta a rincones desatendidos y consigue estimular nuestro apetito: estamos ante un formidable menú degustación que incentiva la curiosidad del lector y lo empuja a indagar en estos proyectos, ampliando los fragmentos que se le presentan.

Resulta admirable la honestidad intelectual y el planteamiento mesurado de esta propuesta, alejada de las, en ocasiones, pretenciosas y densas investigaciones académicas occidentales. Con un proceder muy japonés considera más digno de atención el caso práctico y particular que la abstracción, el matiz que el todo. Renuncia a la impostura y a la pirueta retórica para jugárselo todo a dos dimensiones, altura por anchura. El acontecimiento de desplazarse al otro extremo del mundo para medir ventanas ―devolviéndole valor al contacto, a la presencia― da muestra de la pasión por descubrir, de la confianza en un aprendizaje que soslaya las tendencias, la fama y el pretendido liderazgo cultural.

Todo en este trabajo revela paciencia y constancia, desde la metódica investigación y su muy afinado campo de estudio hasta la propia formulación del libro ―cada obra, una página: apenas una perspectiva isométrica, una fotografía y un brevísimo apunte escrito―, en el que destaca la cuidada expresión gráfica (cómo no recordar los otros libros que Yoshiharu Tsukamoto y Momoyo Kaijima, Atelier Bow-Wow, han publicado juntos, especialmente Pet Architecture y el memorable Made in Tokyo).

Completan este estudio diversos ensayos sobre la evolución formal y tecnológica de la ventana que parecen muy prometedores, aunque el lector que no domine el idioma japonés, como es mi caso, tiene difícil acceso al contenido escrito de esta edición; sin embargo sigue siendo perfectamente posible disfrutar de la mayor parte del libro, por comunicarse de forma gráfica. Afortunadamente, desde hace un par de meses existe una traducción al inglés publicada en Dinamarca (Strandberg Publishing en colaboración con VILLUM Window Collection).

Esperamos con impaciencia el próximo volumen de la serie WindowScape.

From Pompidou to Beaubourg

The live Centre of Information. From Pompidou to Beaubourg, 1968-1971
Boris Hamzeian
Actar. New York, Barcelona, 2022




El Centro Pompidou de París, una de las cimas de la arquitectura del siglo XX, sigue despertando el interés de la profesión 50 años después. A la abundante bibliografía existente sobre el edificio, viene a sumarse una nueva publicación que explora el proceso del que surgió esta obra mítica.

El libro traza una prolija investigación sobre la gestación del proyecto en el marco del concurso internacional del año 1971 y cuenta con la colaboración del Centro Pompidou y la financiación de la Escuela Politécnica de Lausana EPFL, la Fundación Renzo Piano, Arup y el Instituto Georges Pompidou. El autor, un especialista en la intrahistoria de este proyecto al que ha dedicado numerosos estudios, presenta aquí una investigación metódica, seria y bien documentada ("This book is based on an archival and documentary historical method that has prioritized the identification and analysis of all primary sources available to researchers today"), acompañada generosamente de información gráfica y bajo la solvente edición que suele caracterizar a Actar.

En el ensayo se glosan las ambiciones políticas y culturales que arroparon la convocatoria del concurso. Se detallan los trabajos previos de información, documentación y preparación por parte de los organizadores: la búsqueda de referencias, la consulta con expertos de diferentes disciplinas, la cristalización del programa de usos o la configuración de un jurado con renombrados integrantes. Se describen las circunstancias de los ganadores ―un conglomerado de diferentes profesionales (Piano, Rogers, Franchini y los ingenieros de Arup)― en los años previos y cómo terminaron convergiendo en un equipo. Se reconstruye el proceso de redacción de la propuesta vencedora, señalando los intereses, aspiraciones y negociaciones internas que la dieron forma. Se analiza en profundidad el material presentado por el equipo ganador a la luz de las intenciones de sus autores. Se glosa minuciosamente el trabajo del jurado, no carente de ambiciones propias, y se presenta una detallada muestra de propuestas alternativas que concurrieron al concurso. A diferencia del muy recomendable libro de Francesco dal Co (Centre Pompidou. Yale University Press, 2016), el presente estudio concluye con la elección de los premiados, sin adentrarse en las siguientes fases de diseño y construcción, aspectos de los que el autor se ha ocupado en otros escritos.

El libro se acompaña de algunos anexos documentales entre los que destaca el lúcido memorándum que escribió Richard Rogers a principios del año 71, breve y conciso, casi administrativo, analizando y resumiendo las condiciones del concurso y considerando si convenía participar. Un ejercicio de pragmatismo del que muchos tendríamos que aprender.

Se puede atestiguar el interés que suscitó la convocatoria, y su carácter internacional, gracias al póster desplegable que acompaña al libro, en el que se listan los más de 680 participantes ―entre los que se hallan no pocos arquitectos conocidos― organizados por países, nada menos que 50. La otra cara del póster reproduce el famoso dibujo del alzado a la plaza del proyecto ganador.

En un guiño al carácter multicultural de este insigne episodio de la arquitectura, tan cercano y a la vez tan lejano, el libro está publicado en los tres idiomas que acompañaron su génesis: inglés (cubierta de color negro), francés (cubierta plateada) e italiano (cubierta de color blanco). Estamos frente a una lectura informativa, amena y estimulante, que consigue ilustrar de manera muy completa el marco de aquel concurso, que bien podrían ―deberían― tomar como modelo, 50 años después, tantos convocantes de dudosa profesionalidad en nuestro país.

Todas las escaleras del mundo

Todas las escaleras del mundo
Santiago de Molina
Ediciones Asimétricas. Madrid, 2021




Santiago de Molina lleva ya muchos años fertilizando el campo de la reflexión en torno a la arquitectura desde su blog "múltiples", a base de pequeños textos y de una exquisita selección de imágenes. Se trata de breves apuntes en los que enfoca el haz de su linterna sobre curiosidades, advirtiendo de hallazgos, mas sin llegar a explorarlos en profundidad, como por otra parte dictan las leyes de internet. Escribe muy bien y, cuando pulsa la tecla adecuada, produce apuntes plenos de sugestión para continuar desarrollando y ampliando con otras fuentes, lo cual es de agradecer.

El presente volumen supone la traslación al papel de las entradas que en el blog ha registrado sobre las escaleras (junto con otras intervenciones diferentes sobre el mismo tema) y como tal se lee: proteico, irregular, ocurrente y superficial, con varios aciertos y con posts menos inspirados. El libro ha alcanzado un prestigio sorprendente (libro finalista del Premio FAD Teoría y Crítica 2022; Premio COAM 2022) para tratarse de un material ya conocido, sobre el que apenas se ha realizado una tarea de edición.

Al igual que me sucede con la lectura de aquel blog, reconozco que me incomoda el abuso de un lirismo arbitrario muy caro al autor. No comparto su visión panteísta de la arquitectura y ciertos manierismos me resultan algo cursis ("Entre los pliegues de sus pisas y tabicas se guardan recuerdos"; "el peldaño fantasma, travieso, se ríe de nosotros a hurtadillas, escondido ahora bajo la zanca de la escalera"; "subamos escaleras. Si no lo hacemos por nosotros, al menos hagámoslo por ellas. Solo aquel que no tenga algo de sensibilidad no habrá sentido, al subir sus peldaños, junto a la perdida del aliento y un leve asomo de sudoración, algo semejante a la discreta felicidad que ofrece el arrojar migas de pan a los peces de un estanque o el poner agua a un indefenso pajarillo enjaulado").

Pero valgan las reflexiones lúcidas que se encuentran en sus páginas para redimir a este libro: La acera como una escalera de un único peldaño; la crónica escrita en el desgaste de los peldaños de una escalera vieja... Sabrosas son también las digresiones semánticas sobre sus diversos componentes así como sus interpretaciones fenomenológicas; muy certeros los apuntes sobre su condición escenográfica, sobre su morfología y el propio acontecimiento constructivo y estructural de la escalera; finalmente resultan muy instructivas algunas curiosidades como la fórmula algebraica de la proporción del peldaño, historias terribles como la de la escalera de Mauthausen o el feliz descubrimiento de las figuras de Adolphe Appia y Akasegawa Genpei.

Reivindiquemos finalmente los blogs, que permiten y celebran la volubilidad, la dispersión y la inconsistencia, tan necesarias en ocasiones. Es una pena que, desde hace varios años, asistamos a la práctica extinción de este formato y hay que reconocer a Santiago de Molina su tenacidad y agradecerle la generosidad de que continúe con el suyo.

14 parejas y un mosaico

14 parejas y un mosaico. 75 años de vivienda en España
Xavier Monteys y Maria Rubert
Ediciones Asimétricas. Madrid, 2021


Veinte años después de su carismático ensayo "Casa Collage" junto a P. Fuertes, Xavier Monteys vuelve a demostrar su hondo conocimiento de la arquitectura residencial y su instinto para seleccionar ejemplos pertinentes que arrojen brillo sobre el tedio del canon: en ocasiones el comentario más sagaz, le mot juste, no está contenido en la obra maestra, sino en un ejercicio menor.

Monteys, en esta ocasión con Maria Rubert, abunda en dicha labor exploradora y de recuperación revisitando la arquitectura residencial española, desde mediados del siglo pasado hasta nuestros días, a través de una selección heterodoxa de proyectos, "una colección de singularidades [con las que] se puede explicar también lo ocurrido con la vivienda y la ciudad en estos años": sin atender a un orden cronológico, histórico o temático, mediante ejemplos reunidos de a dos para que el emparejamiento ilumine nuevas facetas de cada proyecto; sin intención científica pero con curiosidad, precisión y método (descrito con esmero en el prólogo). Este acercamiento permea hasta la propia estructura del libro con su maquetación sistemática de imágenes, planos y textos. Hay que alabar este acierto editorial, así como el equilibrado balance entre los diferentes medios de expresión, con la única mácula de una labor de corrección más concienzuda, que hubiese pulido los errores de redacción y ortografía.

Destaca del libro por una parte su vocación pedagógica, al entender que más vale sugerir, dar a conocer y ampliar el repertorio que adoctrinar; y por otra su perspectiva utilitaria: no se regodea en la historia per se, sino que propone utilizarla como instrumento para la redacción del proyecto residencial de hoy ("ha pesado que esta selección sea útil e inspiradora para lo que está por venir más que tratar de recoger aquello que fue importante"). Se inscribe oportunamente en este tiempo de abundancia de información en la red, fiándose a su almacén sin fondo, y se postula como un compendio de recomendaciones sobre las que profundizar, ampliar y decantar en nuestros propios proyectos. El relato deja el poso de cómo ha cambiado la vivienda en los últimos 75 años y desliza una conclusión muy sensata, una lección de humildad que apenas dos décadas atrás sonaría herética en boca de un profesor universitario:
más que reclamar una vivienda flexible que se adapte a nuestras necesidades, necesitamos entender que los únicos que nos podemos adaptar somos nosotros. Nosotros somos flexibles, la casa no, y podemos convertir en una casa moderna casi cualquier espacio (...) Las personas dan sentido a los espacios arquitectónicos y los transforman acercándolos a lo habitable, con la actitud del que improvisa un pícnic en cualquier lugar, algo que debería inspirar más a menudo nuestro trabajo.